LA OBSCURIDAD DE LA LUMINARIAS
Comentario editorial
Por Vicente Calderón
Tijuana, sábado 8 de marzo de 2014
Los reporteros acorralaron al regidor Héctor Riveros, nombrado encargado de informar a los tijuanenses sobre los avances de la comisión que investigaría el escándalo destapado por el pleito entre el alcalde y la sindicatura.
Prácticamente le bloquearon el paso a la salida de las oficinas de Sindicatura.
En realidad a pesar del “cerco periodístico” no dijo nada nuevo que pueda esclarecer si realmente el Secretario de Gobierno Bernardo Padilla indemnizó ilegalmente a sus colaboradores o lo más grave; Si en verdad el síndico y sus asesores intentaron extorsionar al alcalde, tal y cómo el mismo Jorge Astiazarán denunciara el viernes antepasado.
Entonces dijo que le pidieron 50% de los ingresos ilícitos que genera el ayuntamiento de Tijuana.
Riveros encabeza también la comisión del cabildo de asuntos económicos. Fue paciente y amable con los reporteros y contestó todas las preguntas.
Pero sus respuestas fueron generalidades y expresiones muchas veces ambiguas.
“Han sido unas manifestaciones que de manera directa no le afectan a la sociedad” dijo sobre las declaraciones del alcalde.
?No le afecta a la ciudadanía que el presidente municipal diga que lo quisieron extorsionar para que les diera la mitad de los 80 millones de dólares que entran ilegalmente al ayuntamiento? se le preguntó.
“Sí, si por supuesto! No le están afectando de manera directa ahorita (SIC)en una afectación yo creo que el responder y actuar en cada uno de estos puntos por supuesto que tendremos que ver la manera en la que afecta” precisó. O trató de precisar.
Usando el obscuro asunto de las luminarias de Bustamante, quieren evitar que haya claridad en el manejo de la corrupción de la que habló el alcalde Astiazarán
Riveros, representante del Partido estatal de Baja California en el cabildo tijuanense, dijo lo que ya se sabía aunque no se había declarado oficialmente.
Las suspensiones de funcionarios con las que empezó este vergonzoso incidente ya quedaron sin efecto. Los suspendidos por supuestas irregularidades en la obra de repavimentación de la calle segunda ya están nuevamente trabajando.
El Secretario de Gobierno Bernardo Padilla también sigue en el puesto donde antes Obed Silva Sánchez cobró $78,960 pesos mensuales. (Al menos de acuerdo la nómina municipal que sigue sin actualizarse en el portal de transparencia del XXI Ayuntamiento).
De los involucrados hasta ahora en este escándalo los únicos que ya no cobran son los asesores del síndico y que fueron despedidos tras la segunda reunión para discutir este tema.
Sin embargo la supuesta comisión que encabeza el regidor Héctor Riveros, parece estar más preocupada por difundir que otros problemas
Tales como reiniciar el re-encarpetado de la calle segunda, la sospechosa entrega de plazas sindicales durante la administración de Bustamante Anchondo, el ex alcalde y el obscuro asunto de las luminarias por las que pagaron más de 140 millones de pesos durante la administración anterior.
Porque dicen que eso afecta más a la ciudadanía, que averiguar acerca de los 80 millones de dólares que calcularon el Síndico y sus colaboradores se generan por debajo del agua, en el gobierno municipal y de los cuales querían la mitad según lo denunciado por Astiazarán Orcí.
Tampoco han hablado de la responsabilidad o no, del hermano del Síndico Miguel Ledesma en este caso, un empresario de las carteleras publicitarias a quien el alcalde refirió como autor intelectual del intento del actuar de la sindicatura.
Parece una apuesta a la distracción y al olvido, para que todo siga como muchas colonias de Tijuana. En la obscuridad.