BUENOS SAMARITANOS VAN AL BORDO
Ayudan a los habitantes del canal.
Por Eliud Ávalos Matías
Tijuana, domingo 2 de marzo de 2014
Las lluvias en Tijuana trajeron consigo algunos daños en la ciudad, pero no solamente eso, también sacaron lo mejor de algunos ciudadanos que fueron a apoyar con alimentos y ropa a los indigentes de la canalización.
Uno de ellos fue Marco Antonio Padilla y su esposa Leticia Esquivel Bonilla. Ambos llevaron menudo, pozole y café a los habitantes de El Bordo.
Marco Antonio vivió en el bordo cerca de un mes y relata que sabe lo duro que es vivir a la intemperie y lo que sufrió al estar en esas condiciones.
“A mí me deportaron hace 4 años y en el bordó viví casi un mes. Es muy duro vivir aquí, cuando llueve hace frío, cuando yo estuve, sobreviví con lo poco que me mandaba mi esposa. Yo tenía un departamentito, pero se me acabó el dinero para rentarlo y vine a parar aquí. Donde me agarraba la noche me quedaba, ahí en los puentes. Es muy triste vivir aquí”.
Su esposa explicó para ella fue difícil saber que su esposo vivía en esas condiciones.
“Mi esposa estaba al otro lado y se vino para acá conmigo. Ahora siembro cebolla en Michoacán y me dedico a la compra y venta de carros. Tengo tres hijos que vinieron a apoyarnos para dejar alimentos a la gente que vive en el bordo. Trajimos alimento como para 200 personas”.
Ambos indicaron que es la primera vez llevan apoyo a la gente. Pero Marco Antonio recordó cómo era su vida en Estados Unidos y lo que trabajó en el vecino país.
“Al otro lado yo trabajaba en las yardas, en una fábrica y mi mujer limpiaba casas.
Las cosas son diferentes acá, pero aquí estamos. No nos ha ido mal aquí, hemos estado bien”.
Platicó que han hablado con algunos de los indigentes, los cuales agradecieron la presencia de este buen samaritano y apoyarlos con comida y un poco de ropa también.
Los habitantes del bordo comentaron que ninguna autoridad acudió para apoyarlos ni ofrecerles nada, al menos durante estas lluvias, muchos se sienten usados incluso por los medios de comunicación, los cuales solo acuden a hablar con ellos, pero nunca con apoyo.
