Autoridades instalarán baños y regaderas en campamento de El Chaparral
Autoridades de distintos niveles acudieron la tarde del martes al puerto fronterizo de el Chaparral y ofrecieron a quienes ahí acampan instalar 20 baños portátiles, 10 regaderas y 5 lavabos dobles además de ofrecerles ayuda para conseguir empleo.
Sergio Lagunas, Coordinador de la subsecretaría estatal de migración dijo que hay 2,800 ofertas de trabajo a las cuales pueden acceder las personas que esperan presentar su solicitud de asilo en Estados Unidos.
Entrevistado al término de una reunión informal con algunos representantes de los migrantes Lagunas mencionó que también les ofrecen acceso a la educación para los niños porque es un derecho independientemente de su nacionalidad.
Las autoridades también se comprometieron a iniciar el próximo jueves, una mesa de diálogo con quienes están en el campamento en la que participarían representantes de ACNUR, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para refugiados y prometieron no intentar desalojarlos.
Según números de la CNDH en el campamento hay ya dos mil personas aproximadamente y unas 320 carpas.
Estuvieron presentes en la reunión José Luis Pérez Canchola, Director de la oficina municipal de atención al migrante, Raúl Ramirez Bahena de la Comisión Nacional de Derechos humanos, entre otros funcionarios.
El martes a hora más temprana la empresa contratada para instalar los sanitarios portátiles los llevó al lugar pero personal de la aduana no les permitió instalarse pues los querían poner en su área de estacionamiento.
Algunas de las representantes que hablaron por parte de los migrantes mostraron disposición para participar en la negociación con las autoridades pero insisten en no moverse a los albergues que les han ofrecido las autoridades mexicanas.
“Que bueno que los trajeron 50 días después” dijo una de las hondureñas que conversó con las autoridades.
Sin embargo, las representantes mostraron algo de desconfianza acerca del ofrecimiento de empleo.
Pero al menos un par de personas se interesaron en la posibilidad de que les ayuden a conseguir trabajo y acordaron volver a encontrarse con las autoridades.
Una de esas familias recién llegó al campamento, que no ha parado de crecer, pues prácticamente a diario llegan personas no solo centroamericanas sino mexicanos de entidades como Michoacán o Chiapas, que también huyen de la violencia y la marginación.