CASA DEL MIGRANTE PERMANECE CERRADA
No entra nadie desde hace 11 días.
Por Vicente Calderón.
Tijuana, viernes 17 de abril de 2020.
En el refugio más antiguo para migrantes de Tijuana ya no reciben a nadie.
“Está cerrado” dijo un hombre que ha recibido ayuda de la Casa del Migrante,
como se conoce al centro Scalabrini.
Desde hace 11 días pusieron la casa en cuarentena.
Se quedaron quienes ya estaban adentro y el que sale no puede regresar.
Se trata de evitar el Covid-19.
Su director, Pat Murphy dijo en una entrevista vía Skype que solo hay 35 personas
en el albergue. Hay niños y adultos.
“No juntamos la gente en la sala, damos pláticas afuera,
vamos a mandar solamente 10 personas a comer a la vez” nos había dicho
antes de cerrar.
Él mismo nos anunció con anticipación, las drásticas medidas que tomarían para
mantener la sana distancia y especialmente la buena salud.
Sabía desde hace tiempo que el virus andaba afuera y que particularmente los
deportados estaban en riesgo.
El gobierno federal habilitó su propio albergue para quienes esperen en Tijuana su trámite de asilo en Estados Unidos.
Ahí cabrían unas 2 mil personas.
“El Centro integrador reporta 180 personas todos bien atendidos sin ningún
caso de Coronavirus” dijo el jueves el gobernador Jaime Bonilla.
Pero ni el gobierno federal ni el de Baja California lo quieren abrir a repatriados
o a migrantes.
Sammy es un joven ecuatoriano estuvo viviendo un tiempo en el Centro Carmen Serdán, el nombre oficial.
Dice que lo trataron bien pero eran muy restrictivos.
Pero repentinamente lo expulsaron a él y otras personas que tuvieron que salir de madrugad por indicaciones de los abogados que les asesoran en su petición de asilo.
“Inmediatamente nos dijeron aquí firme, nos dieron un documento aquí firme
y se va” recuerda que le dijeron.
En Nuevo Laredo, Tamaulipas reportan 3 migrantes contagiados.
Se trata de un mexicano repatriado y dos hondureños.
La casa del migrante Nazareth en esa frontera ahora también está en cuarentena.
Los directivos del centro scalabrini dicen que no fue fácil cerrar sus puertas pero
ante la pandemia fue la única forma de lograr que ninguno de sus migrantes se
contagiara del coronavirus