Promueven tarjeta de bienestar migrante
Ante la falta de apoyo del gobierno mexicano a las organizaciones de ayuda a migrantes y deportados el director de un albergue propone crear una tarjeta para que los repatriados de Estados Unidos no queden a la deriva como sucede actualmente.
Cuando a Ana Echeverria la deportaron de Estados Unidos la única ayuda que recibió del
gobierno mexicano fue que la llevaran al albergue Juventud 2000
“Te sacan y a tu suerte y si hay malvivientes allá a ellos no les importa eso”
“¿Traía dinero?
“No, no traía dinero”, comentó al ser entrevistada en el albergue Juventud 2000.
Ella cree que la tarjeta de bienestar migrante que propone el director de este refugio es buena idea.
“Porque asi tendria uno, o sea como solventar sus gastos”, dijo la Sra. Echeverría que colabora vuluntariamente en el refugio ubicado en la zona norte de Tijuana.
José Maria García dirige este albergue por donde han pasado miles de migrantes, deportados y solicitantes de asilo con nulo o mínimo apoyo del gobierno de México.
“Quitaron los recursos y dijeron que había “huachicol”, que había desvíos de recursos económicos para el tema migratorio”
García Lara pide que al menos den los apoyos directamente a los repatriados.
“En cuanto salen de los Estados Unidos se les de una tarjeta”
El la llama tarjeta de bienestar migrante, como el Banco que está construyendo el gobierno lopezobradorista
“Esa tarjeta puede servir teniendo recursos económicos de 3 mil, 4 mil, 5 mil pesos, lo que considere el gobierno para que nuestros mexicanos deportados puedan poder sobrevivir los primeros 3 o 4 dias en las zonas fronterizas de nuestro país”
Varios activistas piensan que López Obrador podría agradecer más que con discursos los 40 mil millones de dólares que enviaron los migrantes mexicanos el último año.
“Son envíos en promedio de 350 dólares mensuales, 10 millones de familias” declaró el presidente mexicano en su reciente visita a Tecate.
Según sus promotores la tarjeta de bienestar migrante también ayudaría con descuentos o pagos de alimentos.
O incluso el transporte para quienes quieran regresar a sus comunidades de origen. Pero por ahora es un deseo navideño.