SOCIEDAD, MUY ADELANTE DEL GOBIERNO
En cuanto a prevenir el Coronavirus.
Por Vicente Calderón.
Tijuana, miércoles 25 de marzo de 2020.
Fue hasta el martes cuando las autoridades estatales y locales decidieron endurecer las medidas para prevenir la propagación del Covid19.
Apenas ayer decidieron prohibir la operación de bares y restaurantes argumentando que hasta el 24 de marzo el país no había entrado en fase dos de la pandemia.
Si las clases se habían suspendido una semana antes fue también tras la decisión del gobierno federal mexicano y para aprovechar las vacaciones de primavera que ya estaban en puerta.
La administración del presidente López Obrador ha sido duramente criticada por reaccionar con gran lentitud ante la proliferación del Coronavirus.
Pero Tijuana ya padecía por ese mal, debido a que California y otras entidades norteamericanas habían ordenado la suspensión de actividades escolares y a la gente mantenerse en su casa.
Eso impactó diversas actividades y negocios que viven de los residentes californianos que cruzan la frontera al sur por diversos motivos pero que dejan una derrama económica para distintos sectores, desde los supermercados hasta los vendedores ambulantes.
Los anuncios de las autoridades californianas parecen haber contribuido a la decisión de algunos tijuanenses de aislarse de manera voluntaria, especialmente si se encuentran en los grupos de alto riesgo.
El domingo hubo gente que salió a divertirse y abarrotó lugares como playas de Tijuana a pesar de las recomendaciones de la autoridad.
El martes Jaime Bonilla, gobernador de Baja California advirtió que si la gente no seguía las indicaciones de abstenerse de hacer aglomeraciones los gobiernos federal y estatal tendrían que imponer el toque de queda.
Pero también es cierto que muchos lugares tuvieron poca concurrencia el fin de semana porque la gente decidió prevenir no saliendo.
Hasta ahora los síntomas económicos han sido mucho más severos que los malestares de salud.
Pero no son pocos los que anticipan que lo peor está por venir.
Los expertos y quienes han enfrentado el coronavirus en otros países coinciden en que la solidaridad y la prevención pueden disminuir los estragos de la pandemia.
Y toda prescripción para este mal que no tiene cura ni vacuna, lleva una gran dosis de liderazgo efectivo.